El autoservicio es la clave del éxito

Desde hace unos años las gasolineras low cost han ido aumentando de forma exponencial en diversos países europeos. Actualmente, este modelo de negocio está creciendo también en España, donde ya suponen el 25 % del total.

Existen varios modelos de gasolineras de este tipo. En algunos casos las estaciones de servicio ofrecen carburantes más económicos para competir con las grandes marcas y, en otros, se integran en hipermercados, donde el beneficio es muy pequeño pero funcionan como gancho para atraer compradores a las grandes superficies. Otro tipo de low cost son las estaciones de servicio de marcas blancas, que crean las grandes petroleras para competir con otras gasolineras de bajo coste, suelen estar ubicadas en polígonos industriales. Y por último están las desatendidas, que son las que han generado más polémica, puesto que no disponen de personal y es el propio cliente quien se encarga de repostar.

Cataluña, Comunitat Valenciana y Murcia son las tres comunidades autonónomas españolas con más presencia de gasolineras low cost.

¿Cómo consiguen abaratar los precios?

Existen varios factores que ayudan a conseguir que los precios sean más económicos:

  • El autoservicio supone un recorte de gastos en personal. En las gasolineras tradicionales el 60 % de los costes derivan del personal. En las low cost es posible que no haya personal o que sólo haya un empleado que se encarga de cobrar. De esta manera se puede llegar a reducir el precio de los carburantes hasta un 20%.
  • Los programas de puntos o descuentos que utilizan principalmente las gasolineras adheridas a grandes supermercados permiten también rebajar el coste. ¿Cómo funcionan? Al repostar se entregan cheques de descuento para gastar después en sus supermercados. Así, el gasto en gasolina es menor, pero después se produce un gasto en sus establecimientos, con lo que se recupera el descuento.
  • En algunos casos la reducción de precios es estratégica: se recorta el margen de beneficio para atraer a clientes y minimizar así la competencia elevada que suponen las estaciones de servicio cincundantes.

¿El carburante de las low cost es de peor calidad?

La diferencia entre el carburante que se vende en las gasolineras low cost y las tradicionales radica en el uso de aditivos. Las grandes marcas utilizan estas sustancias químicas con propiedades detergentes y lubricantes para mejorar la calidad de sus  combustibles. Las gasolineras low cost, sin embargo, suelen vender gasolina sin aditivos.

El grupo CLH (Compañía Logística de Hidrocarburos) se encarga casi en exclusiva del almacenamiento, transporte y distribución del carburante a todas las gasolineras de España. Esta empresa tiene que cumplir la norma EN 22 impuesta por el estado que garantiza un nivel de calidad del carburante para el consumidor final. Por lo tanto, la calidad de la gasolina que se carga en los tanques de todas las gasolineras españolas es la misma.

No obstante, cada marca de gasolineras añade unos aditivos a su carburante que proporcionan mejor rendimiento y consumo y unas propiedades extras, pero esto no está relacionado con la calidad o pureza del combustible.