El hidrógeno renovable no es una fuente de energía primaria, sino un vector energético versátil y no contaminante. Eso significa que necesita una aportación de energía para ser obtenido y que cuenta con la particularidad de ser capaz de almacenar energía para, posteriormente, ser liberada de forma gradual cuando sea requerida. A partir del hidrógeno se puede obtener energía eléctrica, mecánica o térmica, con altos rendimientos y nulas emisiones de C02.

Tipos de hidrógeno

En función del origen de la energía primaria, empleada para la producción de hidrógeno, y de las emisiones asociadas, el hidrógeno se clasifica por “colores”:

  • Hidrógeno Gris. Obtenido de fuentes de energía de origen fósil (gas natural, petróleo, carbón…) y con emisiones contaminantes. Los métodos de producción más habituales son el reformado con el vapor de gas natural y la gasificación de carbón.
  • Hidrógeno Azul. También se obtiene de fuentes de energía de origen fósil, pero producen bajas emisiones contaminantes, ya que incorporan sistemas de captura y almacenamiento de carbono.
  • Hidrógeno Turquesa. Es producido a partir de energía de origen fósil, sin emisiones contaminantes asociadas. Es el caso de la pirólisis del gas natural, que produce hidrógeno y carbono sólido, evitando las emisiones de C02.
  • Hidrógeno Verde. También conocido como hidrógeno renovable. Obtenido a partir de fuentes de energía renovables y con bajas (o nulas) emisiones contaminantes. El método de producción más conocido es la electrólisis del agua, aunque también existen el reformado con vapor de biogases, bioalcoholes o residuos orgánicos, la fotocatálisis, la producción por microorganismos…

¿Cómo se almacena el hidrógeno?

Según las restricciones de espacio, peso, tiempo de almacenado o coste, existen distintos métodos de almacenamiento:

  • A presión
  • En estado líquido
  • En hidruros sólidos
  • En materiales porosos
  • En portadores líquidos orgánicos o amoniaco
  • Infraestructura gasista
  • Cavernas salinas

¿Cuáles son los usos del hidrógeno?

El hidrógeno verde, que permite descarbonizar, puede emplearse para producir electricidad, calor y combustibles sintéticos, además de otros productos químicos. 

  • Energía. Su capacidad para almacenar energía a gran escala es útil para conseguir una mayor penetración de las energías renovables en el mix eléctrico.
  • Transporte. Tanto en uso en vehículos eléctricos de pila de combustible como a través de combustibles sintéticos con base de hidrógeno, se podrá descarbonizar el transporte en todas sus modalidades.
  • Industria. El hidrógeno podrá emplearse como materia prima para la generación de calor de alto grado.
  • Edificios. Se puede emplear para producir la electricidad y el calor que necesitan los edificios sin emisiones contaminantes.

Más información interesante…

-El hidrógeno es el elemento más abundante y constituye casi tres cuartas partes de la masa del universo. Se encuentra en el agua, que cubre el 70% de la superficie terrestre, y en toda la materia orgánica.

– El hidrógeno es el elemento más simple del universo: se compone de un protón y un electrón.

– El hidrógeno es incoloro, inodoro e inocuo. No produce lluvia ácida, ni reduce el ozono ni produce emisiones nocivas.

– El hidrógeno posee mayor energía de combustión por kilo que cualquier otro combustible, lo que se traduce en una mayor eficiencia por peso que la de los combustibles que se emplean en la actualidad.

Fuente: Información extraída de la Asociación Española del Hidrógeno