En los dos último años España se ha ahorrado aproximadamente 43.000 millones de euros por la caída del petróleo y del gas

Desde 2014 la factura energética ha bajado casi un 50%, según datos facilitados por la Secretaría de Estado de Comercio. La economía española se ha visto afectada sin duda por la caída de la cotización del petróleo y el gas en estos dos últimos años. Así, si se suman los ahorros acumulados en 2015 y 2016, España se habrá ahorrado unos 43.000 millones de euros entre los dos años, es decir unos 16.000 millones en 2015 y otros 27.000 millones cuando acabe 2016.

La factura energética hasta agosto de 2016 es de 18.768 millones de euros, mientras que en el mismo periodo de 2014 la economía española importó 38.209 millones de euros en productos energéticos, principalmente petróleo y gas. O sea que se ha reducido prácticamente a la mitad el gasto por este concepto. La causa está sin duda en el desplome de los precios tal como se puede comprobar al comparar la cotización media del barril de Brent en 2015, que fue de 52 dólares, con la de este año, que ronda los 44 dólares. Cabe recordar también que en julio de 2014 se llegó a alcanzar  los 115 dólares.

En 2015 se ahorró 15.898 millones con respecto al año anterior, ya que la factura energética ascendió a 38.605 millones. En los primeros ocho meses de este año se han gastado 8.471 millones menos que el ejercicio anterior, esto significa que las compras al exterior de petróleo y gas han bajado un 30% más. A este ritmo, a finales de 2016 el ahorro ascenderá aproximadamente a los 11.500 millones.

Así pues, en 2016 la factura energética será de unos 27.120 millones, es decir la mitad que en 2014. Y por lo tanto se ahorrarán unos 27.000 millones.

De esta manera, si sumamos los ahorros de 2015 y 2016, España se habrá ahorrado unos 43.000 millones de euros en gas y petróleo. Esto sin duda está afectando a la economía española, en principio cabría pensar que de forma positiva, aunque no tanto si se tiene en cuenta que España opera como un importador de gas y crudo que luego comercia con el exterior. Hay que contemplar dos factores: que la caída del precio del petróleo ha erosionado los márgenes de refino y que el abaratamiento del gas ha supuesto que no resulte rentable traerlo al territorio nacional para venderlo luego al extranjero. No obstante, estos dos aspectos han neutralizado muy poco estas ganancias: entre enero y agosto, el saldo entre exportaciones e importaciones energéticas ha mejorado en 16.022 millones de euros frente a 2014. O sea, que se han perdido solamente 3.022 millones de esos 19.441 millones en los que ha bajado la factura de las importaciones energéticas entre enero y agosto de 2016 respecto al mismo periodo de 2014.