Desvelamos algunos falsos mitos sobre el mundo de la gasolina

Existen multitud de mitos y curiosidades acerca del mundo de las gasolineras y los combustibles que a menudo resulta complicado saber si son o no reales. A continuación recogemos algunas creencias que iremos confirmando o desmintiendo:

¿Puede explotar la gasolina?

Pues lo cierto es que no, ya que sí que es combustible pero no explosiva. Con lo cual sí que puede arder, pero no explotar. Otra cosa es que los vapores que produce la gasolina, al ser volátiles, pueden provocar una explosión. Así, un tanque medio lleno resulta más fácil de explotar que uno que esté lleno por los gases que se pueden acumular en él. Éste es el motivo por el que los tanques en las gasolineras son subterráneos y poseen exhaustivos sistemas de seguridad.

¿Puede encenderse un rastro de gasolina con una colilla de un cigarro?

Lo más probable es que el charco apagara el cigarrillo, puesto que para encenderse el combustible sería necesario un foco para la ignición, es decir una llama o una chispa. O sea, que esta creencia es falsa.

¿Es mejor repostar por las mañanas o a bajas temperaturas?

En este caso se trata de una realidad, ya que la gasolina es más densa cuando las temperaturas son bajas, en cambio con el calor el combustible se expande y se produce una mayor presencia de burbujas.

¿Se puede dañar el motor por apurar el depósito en la reserva?

 Cierto, ya que al estar en el límite máximo éste succionará burbujas de aire y restos del fondo del tanque que podrían dañar la bomba de combustible.

-¿Se consume más gasolina cuando se va más rápido?

Pues en este caso depende de varios aspectos. En general, para un turismo normal, cuando menos se consume es al circular entre los 70 y 90 km/h. A esta velocidad, la resistencia aerodinámica no afecta demasiado al consumo y no se precisa un gasto extra de carburante. Pero por ejemplo, cuando se conduce a 50 km/h en primera, gastaremos bastante más que en quinta a 70 km/h. En cambio, cuando se superan los 100 km/h la resistencia aerodinámica empieza a ser un problema, aumentando de forma exponencial con la velocidad y esto se traduce en un mayor consumo.

-¿Se gasta menos gasolina cuando se usa poco el freno?

Pues aquí la física nos dice que es cierto. Frenar es desperdiciar energía que hemos gastado previamente para alcanzar una velocidad. Al acelerar, la energía térmica de la combustión se transforma en energía cinética. Pero sucede a la inversa al frenar, esa energía cinética se transforma en energía térmica en los frenos, que no se puede almacenar ni aprovechar. Es decir, que literalmente la estamos tirando. Por eso lo más recomendable es aminorar la marcha de forma progresiva y suave, a veces es suficiente con levantar el pie del acelerador.