Las diferencias de precio entre gasolineras de una misma ciudad pueden ser notables

En España existen unas 500 gasolineras desatendidas y se prevé que la cifra aumente mucho más en un futuro próximo, tal y como ha pasado en otros países europeos, como Francia, donde el 20 % de las estaciones de servicio son low cost, o en Dinamarca, donde lo son más del 50%.

El elevado precio de los carburantes durante los últimos años ha sido el principal motivo por el que se ha extendido este sistema de bajo coste. Otro de los principales factores que ha influido es la caída de las ventas de carburante.

Los minoristas ven en este tipo de negocio una posibilidad de reducir los costes de manera exponencial, al no tener la necesidad de disponer de mano de obra. Es por ello que en estas estaciones de servicio los carburantes se pueden vender a un precio más bajo.

La crisis y el low cost

La situación económica de nuestro país también es un elemento a tener en cuenta a la hora de ver cómo van aumentando este tipo de gasolineras. Y es que cada vez son más los conductores que buscan dónde pueden repostar la gasolina más barata.

Las diferencias de coste entre estaciones de servicio de una misma ciudad pueden ser considerables, incluso perteneciendo a una misma red. Sin duda el factor precio es el más positivo desde el punto de vista del consumidor.

Otra de las ventajas de las “Low cost” es que ofrecen la posibilidad de repostar las 24 horas del día los 365 días del año. Y por otro lado, el servicio es más rápido, puesto que el cliente escoge el producto que necesita, rellena el depósito y lo abona sin necesidad de tener que hacer cola para pagar.

Las consecuencias del autoservicio

No obstante, estas gasolineras también presentan limitaciones. Y es que al no tener personal, el autoservicio es total, desde el reportaje hasta el momento del pago. Así que si en un principio pudiera parecer que todo son ventajas, lo cierto es que estos establecimientos han generado críticas en el sector. Algunas de ellas hacen referencia a la consecuente pérdida de puestos de trabajo. Otra de las quejas se refiere a que las unidades de suministro desatendidas, por su propia naturaleza, pueden incumplir con la normativa vigente relativa a seguridad.

Algunas comunidades Autónomas recogen en su legislación leyes que prohíben o restringen este tipo de gasolineras sin personal, aunque la mayoría no lo hacen. Comunidades como Navarra, Castilla la Mancha, Aragón y Murcia obligan a que haya al menos un operario debidamente formado en las estaciones de servicio durante el horario de apertura.

Sindicatos, patronal y asociaciones de consumidores se han unido para reclamar que se establezca una regulación específica del sector que obligue a todas las estaciones de servicio a tener como mínimo un empleado. Sin duda, la polémica está servida, pero el triunfo de las gasolineras Low cost en otros países europeos y la importancia del precio a la hora de escoger dónde repostar hace pensar que la proliferación de este tipo de establecimientos en España vaya a seguir en aumento en los próximos años.