En los últimos años ha aumentado en nuestro país la presencia de las llamadas gasolineras low cost, que ofrecen combustibles a un precio inferior al de los operadores tradicionales. Para poder competir con este nuevo tipo de negocio, las grandes compañías han optado por diferenciarse de su competencia con el desarrollo de aditivos propios con la finalidad de otorgar a sus productos características exclusivas.

¿Qué son los aditivos y cómo influyen en la calidad de los combustibles?

Todos los productos que llegan desde las refinerías a la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), el principal centro de transporte y almacenamiento de combustibles en España, cumplen con unas estrictas especificaciones y superan rígidos controles de calidad. Con lo cual, todos ellos son aptos para el uso en cualquier tipo de vehículo sin necesidad de ser sometidos a ningún tratamiento extra.

Los aditivos son unas sustancias químicas que se añaden en pequeñas proporciones al combustible para mejorar la calidad de combustión de manera que el motor tenga una vida más larga si se usa regularmente. Los aditivos favorecen las propiedades detergentes y lubricantes, es decir, que implican un menor consumo y a la larga mejora el rendimiento del motor del coche, puesto que al eliminar los residuos el motor se conservará más limpio.

Cada marca puede desarrollar su propio aditivo con unas prestaciones específicas. Antes de salir al mercado serán testados en diferentes centros de investigación para confirmar que siguen cumpliendo con los estándares de calidad.

¿Quién se encarga de añadir el aditivo?

Como ya hemos comentado, CLH es la empresa que controla prácticamente todo el mercado de distribución. Además de transportar y almacenar el carburante antes de que llegue a los puntos de venta, es también la responsable de agregar los aditivos que les entregan los operadores petrolíferos. Éstos se incorporan al cargar el combustible en el camión cisterna. Se añaden de forma automática y en la proporción que cada operador haya estipulado.

En el caso de que los operadores no dispongan de aditivos exclusivos, CLH les ofrece aditivos de calidad indiferenciados. Actualmente, CLH ofrece el aditivo HQ300 para los gasóleos y el HQ400 para las gasolinas.

Puede darse el caso que la compañía no solicite que se adicione ninguno de los diferenciadores de calidad que existen, con lo que la gasolina llegará a las estaciones de servicio sin compuestos añadidos, pero siempre cumpliendo con los mínimos de calidad establecidos.