Su utilización está marcada por la legislación y por sus características

Seguramente habrás observado que en las estaciones de servicio hay diversos surtidores de gasóleo y alguna vez te habrás preguntado para qué sirven. Pues bien, en concreto existen tres tipos de gasóleo que se diferencian básicamente en los fines a los que están destinados. Cada uno tiene un precio diferente en función de la composición de los mismos en cuanto a rendimiento, calidad y contaminación. Su utilización está marcada pues por las características del gasóleo en cuestión en unos casos y, en otros por la legislación.

El gasóleo es el combustible más demandado en las estaciones de servicio españolas. Se consume casi cinco veces más gasóleo de automoción que gasolina y su consumo sigue creciendo a un ritmo superior al 6%. El más conocido es el gasóleo A. Pero veamos cuáles son los diversos tipos que existen y a qué uso están destinados:

Gasóleo A

Este tipo de gasoil es el más común usado por todos. Es el gasóleo que usamos para nuestros vehículos. En función de los aditivos que contengan las marcas lo comercializan bajo dos formatos:

  • Gasóleo A o Diesel, que es el más común.
  • Gasóleo Diesel Premium o Diesel Plus, que incorpora aditivos que encarecen este combustible. Estos aditivos protegen a los vehículos de las bajas temperaturas, reducen el consumo, al mismo tiempo que emiten menos contaminación y aumentan el rendimiento del motor.

Gasóleo B

Este gasoil contiene más parafina que el gasóleo A, está menos filtrado y su calidad es menor. Por ese motivo, está destinado a vehículos agrícolas e industriales. Este tipo de gasóleo no es apto para los automñoviles, puesto que además de ser perjudicial para los motores, su uso fuera de lo estipulado está considerado como fraude a Hacienda por evasión de impuestos y, por tanto, se considera delito.

Este combustible tiene una fiscalidad más reducida que el gasoil destinado a coches o camiones, razón por la que es conocido como Gasóleo Bonificado. Así que para comprarlo se precisa aportar la documentación que autorice su uso.  La multa por repostar este tipo de gasóleo puede ir desde los 601 euros hasta los 12.000, en camiones de gran tonelaje. Esta sanción puede doblarse, en caso de reincidencia.

Gasóleo C

Este carburante se usa estrictamente para la calefacción doméstica, agua caliente y máquinas de calor de uso industrial. Se conoce comúnmente como gasóleo de calefacción y es el más económico de los tres, aunque su uso no es recomendable para vehículos o embarcaciones, ya que su formulación no es apropiada para motores diésel y podríamos causar daños en el vehículo. Además, su uso en automóviles está prohibido en algunos países.

La función de este tipo de gasoil no es otra que la de generar calor y eso lo consigue gracias a su alto contenido de parafina.